PASCUA DEL ENFERMO

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PASCUA DEL ENFERMO 2018

El VI domingo de Pascua la Iglesia celebra la Pascua del Enfermo. En este año el lema es “Acompañar a la familia en la enfermedad”.

Médicos, sacerdotes, voluntarios de Pastoral de la Salud…, ponemos nuestro interés y esfuerzo en la persona enferma, para él son los medicamentos, los cuidados y las oraciones. Pero muchas veces se nos olvida que junto a él viven personas, generalmente la familia, que con su cariño, sonrisa, tiempo, y todo aquello que está a su alcance, tratan de reconfortar, animar y dar un soplo de esperanza al ser querido. A su lado viven el día a día, con el sufrimiento, el dolor, la tristeza…. que esto conlleva. Por eso no olvidemos, animados por el lema de este año, que también la familia ha de ser acompañada en el proceso de debilidad, pongámoslas en nuestro corazón y nuestras oraciones para que Dios las sostenga y reconforte en tantos momentos dolorosos y tantas lágrimas derramadas.

Parte muy importante de este día es la Unción de Enfermos, un sacramento instituido por Cristo, destinado a reconfortar en la enfermedad. Esta es la forma en la que Cristo, médico del cuerpo y del alma, da la gracia necesaria para afrontar esos difíciles momentos.

Este domingo, en una Eucaristía emotiva, los sacerdotes y el diácono de la parroquia, los ministros extraordinarios de la Comunión y un grupo de voluntarios de Pastoral de la Salud, junto a parte de la comunidad, acompañamos y rezamos por aquellas personas que se acercaron a recibir el Sacramento (sin olvidar a todos los enfermos que no pudieron asistir por sus circunstancias). En ellos se podía reconocer su fe al acercarse a Cristo para sentir su gracia y fortaleza en los distintos procesos que atraviesan.

Que, como María, sepamos permanecer al lado de la cruz, junto aquellos que sufren. Que sepamos reconocer las lágrimas y acompañarlas, aunque sea llorando junto a ellos. Y que, como María, siempre esté lleno nuestro corazón de fe y esperanza, para vivirla y transmitirla.