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A TI MADRE:
Venimos de la calle, con prisas, con ruidos, rodeados de gente que se
critican, que hablan sin saber de Ti, ni de tu Hijo ....
Entramos en la parroquia y ... parón, todo cambia.
Venimos a buscar el silencio.
Nos estás esperando Madre, una vez más.
Cuando te vemos, dentro de nosotros llegan sentimientos de paz, serenidad, tranquilidad ...
¿ Cómo haces para transformamos?
Queremos silenciar nuestros corazones, pero
muchas veces no podemos rezar porque nuestras almas no pueden
descansar en Ti.
Ayúdanos a liberar nuestros corazones.
Al mirar tu imagen vemos como nos miras,
como si nos hubieses estado esperando.
Sabemos que quieres ser nuestra madre,
nos aceptas tal y como somos,
con todo lo que nos preocupa y alegra,
con nuestros deseos y necesidades,
con nuestros talentos y miserias y en tu corazón entramos
hogar, seguridad
y paz.