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<p><span style="font-size: medium;"><strong><em>«Dichosas tales vidas que en el servicio de la Iglesia se gastaren</em></strong><strong>»</strong></span></p>
<p><span style="font-size: medium;"><strong>(Santa Teresa de Jesús, “Libro de la Vida 40, 15”).</strong></span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Queridos Hermanos que os acercáis a nuestra casa en esta mañana de sábado, día especialmente dedicado a la Santísima Virgen, nuestra Madre, para compartir la Santa Misa como punto de partida de este comienzo de curso. Os damos la bienvenida desde el agradecimiento, y desde el gozo que supone para nosotras, y para toda la Iglesia, este V Centenario del nacimiento de Santa Teresa, que estrenaremos ya el miércoles, con su Festividad, y que abre todo un año teresiano en el que, conocer y profundizar más en la entrañable y singular figura de Santa Teresa, nos invita y anima, de forma ineludible, a un mayor compromiso y a una entrega más radical en el servicio de la Iglesia, desde la coherencia evangélica del corazón enamorado, del corazón alcanzado por el Amor de CRISTO, Amigo Verdadero y Esposo Fiel, a Quien acabamos de recibir en la Eucaristía, y <em>“por Quien nos vienen todos los bienes”</em> (Vida 22, 7).</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Es significativo y enriquecedor que, junto a este año jubilar teresiano, la Iglesia haya decidido que el próximo año 2015, esté dedicado también a la Vida Consagrada, por cumplirse el 50 aniversario de la publicación del documento “Perfectae caritatis”, para la Vida consagrada, del Concilio Vaticano II; en el que se recoge y propone la alegría y belleza del seguimiento de CRISTO, mostrando que esta otra forma de vida, es preciosa y posible.</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Esta coincidencia de ambos acontecimientos, hace evidenciar “<em>la mejor parte”</em> que el mismo Señor nos dijo en Marta “<em>que no nos sería quitada”</em>, y esto por una sencilla razón: <em>porque nos ha sido dada.</em> Es don de DIOS.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Siempre hemos asociado a Marta con la vida activa, y con ello, si queréis, la vida apostólica y la pastoral; y a María con la vida contemplativa. Pero Santa Teresa no puede concebir la una sin la otra. Son dos de las muchas figuras evangélicas que tanto le gustan, y a las que recurre a menudo para dar a entender la importancia de la primacía de CRISTO, fuera del cual, nada podemos.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;"><em>“Creedme</em>.-nos dice en su libro de Castillo Interior.-<em>, que Marta y María han de andar juntas para hospedar al Señor y tenerle siempre consigo, y no le hacer mal hospedaje no le dando de comer”.</em> (7Moradas 4, 12).</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Y en su comentario al Cantar de los cantares, conjuga la actitud de ambas hermanas en un equilibrio armonioso que bien puede interpelarnos a todos los presentes: <em>“Nunca dejan de obrar casi juntas Marta y María; porque en lo activo y que parece exterior, obra lo interior, y cuando las obras activas salen de esta raíz, son admirables y olorosísimas flores; porque proceden de este árbol de Amor de DIOS y por sólo Él, sin ningún interés propio, y extiéndese el olor de estas flores para aprovechar a muchos, y es olor que dura, no pasa presto, sino que hace gran operación”</em> (CAD 7, 3).<em> </em></span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Al hilo de esta reflexión, concluye con la importancia y necesidad de la oración, en la que ayudaremos mucho; y en la caridad, principalmente para los que tenemos al lado, que son nuestros prójimos más directos. <em>“En fin</em>.-como dirá ella misma.-<em>que no hagamos torres sin fundamento, que el Señor no mira tanto la grandeza de las obras como el amor con que se hacen; y como hagamos lo que pudiéremos, hará Su Majestad que vayamos pudiendo cada día más y más”</em> (7 Moradas 4, 15).</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Entre las propuestas u objetivos que se plantean en el año de la Vida consagrada, hay un aspecto que es fundamental, especialmente en los <em>“tiempos recios”</em> que nos están tocando vivir, y que es acoger y apoyarnos en la mirada de misericordia y Amor de DIOS, tanto en los frutos que hayamos visto y aún recogido en nuestro peregrinar, como en el reconocimiento de los evidentes e inevitables fracasos que, desde esta mirada, lejos de hundirnos o desanimarnos, son los peldaños o señales que nos indican otros caminos o modos de acción, que encontraremos en ese <em>“encuentro de amistad con el Señor”</em> que es la oración, <em>“adonde el Señor da luz para entender las verdades”</em> (Fundaciones 10, 13). <em>“No nos duela el tiempo en cosa que tan bien se gasta”</em> (Camino de Perfección 26, 2).</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Desde esta mirada positiva, la tarea primordial es, sin duda, abrazar el futuro con esperanza y confianza en el Señor, <em>“porque es muy necesario para este nuestro flaco natural tener gran confianza y no desmayar, ni pensar que, si nos esforzamos, dejaremos de salir con victoria”</em>.-vuelve a animarnos Santa Teresa en su Libro de la Vida (V 31, 18).</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">De cara a la nueva evangelización, la Conferencia Episcopal Española ha propuesto como objetivo prioritario ante el V Centenario la promoción de una pastoral de la Santidad. Santidad a la que todos estamos llamados, por nuestra condición de bautizados, y que hoy nos urge como una exigencia, ante un mundo desnortado, que ha perdido el sentido de todas las cosas, y hasta incluso, en muchos sectores, y no lejanos a nosotros, de su propia existencia y dignidad como criatura, hombre creado a imagen de DIOS, al que han desterrado de sus vidas.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">No es pequeña nuestra tarea en procurar recuperar estas almas y llevarlas al conocimiento de su Hacedor, para que se salven y le alaben, al verse, como el hijo pródigo, de nuevo en casa. Aludiendo una vez más a Santa Marta, que dio hospedaje y de comer al Señor, Santa Teresa nos describe el menú que el Señor quiere: <em>“Su Manjar es que de todas las maneras que pudiéremos lleguemos almas para que se salven y siempre le alaben”</em> (7 Moradas 4, 12).</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">¿No es acaso devolverles lo que les pertenece? ¿Soltar las amarras que les esclavizan y ayudarles a ver que sus vidas están llenas de sentido, y pueden estar llenas de gracia y de la alegría que nadie nos puede quitar?. ¿No es devolverle al Padre sus hijos perdidos, para que haya alegría en la tierra y en el Cielo?.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;"><em>“Todas las almas son hábiles para amar…”</em> (Fundaciones 5, 2), nos dice Santa Teresa, y <em>“sólo el Amor es el que da valor a todas las cosas”</em> (Exclamaciones 5, 2). Por eso, aunque ante estos retos contamos con una gran impotencia, que supera con creces nuestra capacidad, no podemos olvidar que <em>“nada es imposible para DIOS”</em> (Lucas 1, 37); y que <em>“este tesoro, lo llevamos en vasijas de barro, para que aparezca que una Fuerza tan extraordinaria proviene de DIOS y no de nosotros”</em> (2 Corintios 4, 7), y ésta es nuestra Santidad.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">No somos héroes, que nos hacemos a nosotros mismos, sino Santos, a los que DIOS moldea y santifica, conscientes de que Él <em>“lo puede todo y acá no podemos nada sino lo que Él nos hace poder”</em> (Camino de Perfección 16, 10).</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Aquí vemos, que no se trata de quedarnos de brazos cruzados, escondiendo nuestros talentos, sino en poner los dones recibidos, ¡que todos los tenemos!, al servicio de todos, <em>“que quiere Su Majestad y es amigo de ánimas animosas, como vayan con humildad y ninguna confianza de sí”</em> (Vida 13, 2). Que <em>“no está la cosa en pensar mucho, sino en amar mucho, y así lo que más nos despertare a amar, eso hemos de hacer” </em>(4 Moradas 1, 7).</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Santa Teresa no dejó de verse <em>ruin y mujer e imposibilitada de aprovechar en lo que quisiera ser en el servicio del Señor, pero, confiada en la gran Bondad de DIOS que nunca falta de ayudar a quien por Él se determina a dejarlo todo</em>, nos invita a hacer nuestra su misma experiencia, para que <em>nos determinemos a hacer eso poquito que es en nosotros</em> (Camino de Perfección 1, 2), que no es si no permanecer fieles a lo que nos toque vivir, con los ojos y el corazón fijos en el que inició y completa nuestra Fe.</span></p>
<p><span style="font-size: medium;">Sabemos que <em>“la paga de los trabajos es el Amor de DIOS”</em> (Carta 403, 3), y <em>“el amor nos hará apresurar los pasos”</em> (Camino de Perfección 40, 1). <em>“Fiemos de su Bondad, que nunca faltó a sus amigos”</em> (Vida 11, 12), y como Teresa, y con ella, no temamos mostrar al mundo la Luz que necesita y pide, exclamando y viviendo que DIOS es alegría y que sólo basta dios.</span></p>
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<p><span style="font-size: medium;">Carmelitas Descalzas, Albacete.</span></p>
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<p>Monasterio del Inmaculado Corazón de María, a sábado, 11 de octubre de 2014.</p>